

Peregrinos en Italia acuden en masa a la tumba del primer santo milenial
Asís siempre fue un lugar de peregrinación. Pero en la actualidad los fieles no acuden a esta ciudad italiana por San Francisco, sino por un adolescente experto en tecnología que a finales de abril se convertirá en el primer santo del siglo XXI.
Con sus callejuelas de piedra, campanarios y vistas sobre el campo, Asís, ciudad de Umbría enclavada en una colina bordeada de cipreses, es mundialmente conocida por dos grandes santos de la Iglesia católica: Clara y Francisco, patrón de Italia.
Pero entre las túnicas y las cruces de los escaparates se cuela ahora la imagen de un joven con polo rojo y amplia sonrisa: es Carlo Acutis, fallecido de una leucemia fulminante en 2006 a los 15 años.
El joven será canonizado el 27 de abril en el Vaticano.
Los peregrinos se agolpan para rezar ante su cuerpo, expuesto desde 2022, en el Santuario de la Expoliación.
Conmovidos, algunos se arrodillan, tocan la tumba de cristal o dejan una intención de oración en una urna.
El adolescente, de rostro redondo y cabello negro, yace vestido con jeans, zapatillas y chamarra deportiva, con un rosario entre las manos. Los fieles se sorprenden por el estado del cuerpo, que fue tratado con técnicas de embalsamamiento.
Monica Katreeb, que vino con un grupo de jóvenes estadounidenses, se emociona ante el estilo de Carlo, que contrasta con las imágenes de los mártires de la Edad Media.
"Es difícil identificarse con los santos antiguos, especialmente para los adolescentes y los niños. Ver a alguien que se parece a ti y que lleva la misma ropa que tú es genial", comenta la adolescente californiana que asistirá a la canonización en Roma.
- Un signo de esperanza -
Nacido en Londres en 1991 en el seno de una familia italiana muy acomodada y poco practicante, Carlo, que creció luego en Milán, estuvo marcado desde pequeño por una fe ardiente, al punto de asistir a misa todos los días.
Su madre, Antonia Salzano Acutis, recuerda que era un "niño obediente y extremadamente generoso, que regalaba todos sus juguetes con una sonrisa y nunca se quejaba".
"Tenía la impresión de que era especial. A los nueve años ayudaba a las personas sin hogar, llevándoles comida. Decía 'yo lo tengo todo, esta gente nada, ¿cómo puede ser?'", cuenta a AFP en el jardín de la fundación dedicada a su hijo, en lo alto de la ciudad.
El adolescente, muy talentoso en informática, utilizó internet como una herramienta para hablar de Cristo y creó una exposición digital sobre los milagros eucarísticos, lo que le valió el apodo de "ciberapóstol o Geek de Dios".
En una "sociedad compleja en la que la tecnología parece absorberlo todo y atrapar a los jóvenes, Carlo es un signo de esperanza. Mostró que debemos ser dueños de estas herramientas y que pueden usarse para hacer el bien", explica su madre.
- Milagros, curaciones y conversiones -
"Creo que él querría que los jóvenes de hoy no se dejen llevar por tantas distracciones, sino que se concentren en lo que es bueno y santo", añade Monica Katreeb, mencionando el "doomscrolling" [el acto de pasar una cantidad excesiva de tiempo leyendo noticias, muchas veces negativas, en la red] o la pornografía como algunos de los peligros de internet.
El Vaticano reconoció dos milagros atribuidos a Carlo, condición necesaria para su canonización: la curación de un niño brasileño con una rara malformación del páncreas y la de una estudiante costarricense gravemente herida en un accidente. En ambos casos sus familias habían invocado la ayuda del adolescente.
"Cada día recibimos noticias de milagros, curaciones y conversiones", asegura su madre.
En Asís, donde Carlo pasaba sus vacaciones en la residencia de verano familiar, su tumba atrae tanto a peregrinos como a curiosos. La diócesis recibió cerca de un millón de visitantes en 2024, y ya más de 400.000 en lo que va del año.
En las tiendas de recuerdos, los comerciantes notan un entusiasmo creciente por los objetos con su imagen: estatuillas, íconos, rosarios, pero también camisetas o toallas.
¿Existe el riesgo de una mercantilización excesiva? "La gente necesita algo concreto", responde la madre de Carlo.
El obispo de Asís, autor de un libro sobre los vínculos entre Carlo, Clara y Francisco, espera que la canonización genere "un nuevo flujo" de fieles y ayude a llegar a un público más amplio.
"Carlo absorbió muchas cosas que pertenecen a la espiritualidad de Francisco y las tradujo en una espiritualidad contemporánea", afirma a AFP monseñor Domenico Sorrentino.
M.Soucek--TPP