"Se va un escritor titánico", lamentan los lectores del nobel Vargas Llosa
"Titán de la literatura", "monstruo de las letras", fueron algunos de los adjetivos superlativos con los que los lectores peruanos evocaron con tristeza este lunes la partida del nobel Mario Vargas Llosa quien murió el domingo en Lima a los 89 años.
El impacto se reflejó también en las librerías de Lima, que abrieron sus puertas colocando en primer plano su fotografía y las principales obras del prolífico escritor, autor de más de 30 títulos entre novelas, cuentos, dramaturgia y reportajes periodísticos.
Los homenajes de libreros y lectores se podía ver en los alrededores del parque central del distrito de Miraflores, donde Vargas Llosa ambientó sus primeros relatos a fines de la década de 1950, como "Los Cachorros" y "Los Jefes".
"Es una gran pérdida para el Perú, para el mundo", dijo a la AFP Maryori Otera de 25 años, administradora de la librería Crisol, ubicada frente al parque.
Esta zona forma parte de La ruta Vargas Llosa, un recorrido turístico que se realiza cada mes para contemplar los lugares que inspiraron algunas de sus obras.
En las vitrinas de Crisol se exponen obras como "La Guerra del fin del Mundo" y "Conversación en la catedral".
"Vargas Llosa y su trabajo me ha ayudado mucho a comprender mejor la identidad del peruano y a descubrir esa identidad más fuertemente en mi persona", dijo a la AFP Guerli Peralta, un electricista que visitaba la librería impactado por la noticia.
"Su legado artístico es tremendo, es un escritor titánico", resaltó a la AFP el poeta Fernando González-Olaechea, para quien es "imposible no sentir una profunda pena" por la muerte del novelista.
"La muerte de Vargas Llosa es la muerte de un espacio íntimo en cada uno de los lectores que ha tenido", agregó mientras compraba en la librería El Virrey en Miraflores la novela "La Casa Verde", con la que Vargas Llosa obtuvo el premio Rómulo Gallegos en 1967.
- La casa vacía -
En la ruta turística Vargas Llosa, ocupa un lugar especial la pequeña casa donde vivió con su esposa y tía Julia Urquidi, en la calle Porta, en el distrito de Miraflores.
La pareja se casó e instaló en 1955 en la vivienda, ahora vacía.
Dicha relación sería luego material de inspiración para su novela "La tía Julia y el escribidor".
"Yo lo he visto hace poco, vino con (su hijo) Álvaro", declaró a la AFP Jaime Suárez, de 76 años, quien vive frente a la casa desde 1990.
Su relato se entrelaza con lo que fue la discreta vida de Vargas Llosa, que pasó sus últimos meses de vida visitando en Lima de la mano de su primogénito los sitios que lo motivaron a escribir sus obras.
"Yo recuerdo a Mario Vargas Llosa como un monstruo de la literatura latinoamericana y mundial y lo más trascendental para mí fue la novela Pantaleón y las Visitadoras", dijo a la AFP Óscar Trelles, un empleado de 60 años que observa las portadas de los diarios con las fotos del escritor.
E.Soukup--TPP