The Prague Post - La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía

EUR -
AED 4.177115
AFN 81.881407
ALL 99.252011
AMD 444.59148
ANG 2.049629
AOA 1037.159602
ARS 1294.14051
AUD 1.780172
AWG 2.047025
AZN 1.937816
BAM 1.956825
BBD 2.294803
BDT 138.092365
BGN 1.957857
BHD 0.428625
BIF 3332.101328
BMD 1.137236
BND 1.492134
BOB 7.854392
BRL 6.605299
BSD 1.136596
BTN 97.022843
BWP 15.66621
BYN 3.71968
BYR 22289.824581
BZD 2.282996
CAD 1.574122
CDF 3271.828234
CHF 0.930817
CLF 0.028662
CLP 1099.88957
CNY 8.306268
CNH 8.306019
COP 4901.486936
CRC 571.199327
CUC 1.137236
CUP 30.136753
CVE 110.77121
CZK 25.063093
DJF 202.11002
DKK 7.466603
DOP 68.807192
DZD 150.758867
EGP 58.143353
ERN 17.058539
ETB 151.279275
FJD 2.59711
FKP 0.856519
GBP 0.857288
GEL 3.116471
GGP 0.856519
GHS 17.695835
GIP 0.856519
GMD 81.31675
GNF 9843.350125
GTQ 8.754588
GYD 238.429138
HKD 8.82913
HNL 29.46444
HRK 7.519522
HTG 148.317723
HUF 408.38716
IDR 19177.096068
ILS 4.192296
IMP 0.856519
INR 97.094367
IQD 1489.779092
IRR 47906.064711
ISK 145.100373
JEP 0.856519
JMD 179.644139
JOD 0.806646
JPY 161.924776
KES 147.276378
KGS 99.205077
KHR 4566.00273
KMF 492.996098
KPW 1023.486197
KRW 1613.044532
KWD 0.348711
KYD 0.947196
KZT 594.971784
LAK 24598.413953
LBP 101896.34134
LKR 339.937138
LRD 227.418803
LSL 21.444738
LTL 3.357963
LVL 0.687903
LYD 6.221113
MAD 10.547908
MDL 19.662304
MGA 5177.713287
MKD 61.514233
MMK 2387.750039
MNT 4034.978004
MOP 9.086962
MRU 44.847502
MUR 51.278399
MVR 17.517685
MWK 1974.241998
MXN 22.425622
MYR 5.012372
MZN 72.675107
NAD 21.444738
NGN 1824.926761
NIO 41.821916
NOK 11.909658
NPR 155.236349
NZD 1.90379
OMR 0.437833
PAB 1.136596
PEN 4.279463
PGK 4.700463
PHP 64.495498
PKR 319.112616
PLN 4.278742
PYG 9097.767521
QAR 4.140226
RON 4.978937
RSD 117.291464
RUB 93.451578
RWF 1609.188866
SAR 4.267179
SBD 9.516785
SCR 16.196165
SDG 682.914367
SEK 10.940517
SGD 1.490626
SHP 0.893689
SLE 25.900592
SLL 23847.250746
SOS 649.934509
SRD 42.248737
STD 23538.488054
SVC 9.945212
SYP 14785.985057
SZL 21.403201
THB 37.92345
TJS 12.206811
TMT 3.980326
TND 3.398104
TOP 2.663525
TRY 43.238625
TTD 7.712041
TWD 36.987505
TZS 3056.325739
UAH 47.101683
UGX 4166.329832
USD 1.137236
UYU 47.664978
UZS 14768.739292
VES 91.955341
VND 29420.293975
VUV 138.058823
WST 3.166177
XAF 656.312471
XAG 0.034867
XAU 0.000342
XCD 3.073437
XDR 0.816192
XOF 653.911048
XPF 119.331742
YER 278.907529
ZAR 21.404946
ZMK 10236.492294
ZMW 32.36396
ZWL 366.189511
La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía
La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía / Foto: Pablo PORCIUNCULA - AFP

La segunda vida del caucho pone en pie una economía sostenible en Amazonía

Apenas sale el sol en la isla amazónica de Marajó, Renato Cordeiro se calza las botas, toma su cuchillo y sale a rasgar sus siringas. Gota a gota, extrae su leche para obtener el caucho que le da sustento.

Tamaño del texto:

El reciente resurgir del oficio de "siringuero" en este empobrecido territorio del norte de Brasil activó una economía sostenible y devolvió el empleo a familias que durante generaciones vivieron del apogeo del caucho de Amazonía, hasta que la demanda se hundió a fines del siglo XX.

Una iniciativa de la empresa local Seringô posibilitó a Renato y a más de 1.500 "siringueros" retomar su labor para fabricar productos como calzado, y cuidar asimismo de la selva, castigada cada vez más por la deforestación.

Y es que el jardín de este hombre enjuto, de 57 años, es nada menos que la Amazonía.

En la parte trasera de su palafito sobre el río Anajás, decenas de siringas naturales se confunden entre árboles centenarios y palmeras típicas de esta isla rodeada por un lado de mar y por otro, de cauces.

- La selva, el "patrimonio familiar" -

"Empecé a rasgar a los siete años con mi madre", explica Renato, mientras sostiene su cuchillo, de cuya lama sobresale una pieza metálica para hacer las incisiones en la corteza.

A cada corte, realizado con cuidado para no dañar el tronco, este árbol nativo de Amazonía empieza a verter su látex en un recipiente colocado debajo.

Mientras se llena, Renato acomete la siguiente siringa.

La tarea suena fácil, pero el "siringuero" debe conocer los tiempos de la llamada "mamá" de la selva: como el pecho materno, la leche solo sale si se estimula con frecuencia.

A casa se lleva diariamente unos 18 litros: los mezcla con vinagre hasta obtener unas rodanchas de pasta blanquecina, que cuelga en una cuerda durante diez días para que se sequen.

El caucho está listo para ser vendido a Seringô, que lo recupera en el embarcadero de su casa.

El orgullo de este hombre, casado y padre de tres hijos, es notable.

Después de casi dos décadas malviviendo de la caza y la colecta de açaí, retomó en 2017 su oficio para "proteger" así lo que define como su "patrimonio familiar", la floresta.

- Proteger vs. destruir -

"Deseaba tanto que esta actividad volviera", asegura unos palafitos río arriba, al norte de la localidad de Anajás, otro "siringuero", Valcir Rodrigues, un padre de familia, de 51 años.

"Queremos dejar un mundo mejor a nuestros hijos, por eso no deforestamos", afirma.

Valcir explica que cada tanto debe hacer frente a madereros que invaden su tierra para talar árboles.

"Deberían entender hasta qué punto dañan la selva y se perjudican, porque muchas veces estas personas a sueldo se acaban endeudando con sus patronos", afirma Valcir.

La deforestación se disparó en Marajó cuando la demanda de caucho amazónico para fabricar neumáticos se esfumó debido a que países como Malasia empezaron a plantar siringas a gran escala.

Pero del caucho vive de nuevo toda la familia de Valcir: su esposa y su suegra lo trabajan con destreza para fabricar coloridos objetos de artesanía, que se venden especialmente en Belém, la capital del estado de Pará, al este de Marajó.

"Yo era funcionaria, pero la alcaldía nunca me dio trabajo. Este es mi primer oficio de verdad y me encanta", cuenta la segunda, Vanda Lima, una sonriente mujer, de 60 años.

- Cuestión de familia -

Con uno de los peores índices de desarrollo humano (IDH) de Brasil, "era necesario generar una renta en Marajó", explica Zelia Damasceno, que fundó Seringô junto a su esposo para estimular la bioeconomía en la región.

Aunque al principio fomentaron la artesanía, la pareja se percató de que el "siringuero" estaba "insatisfecho" con solo extraer caucho para que su esposa trabajara.

"Por eso imaginamos un segundo uso, el zapato, para que él pudiera también ganarse una renta", dice esta paraense, de 59 años.

- Objetivo: 10.000 "siringueros" -

Su fábrica de Castanhal, al este de la isla, produce a diario unos 200 pares de zapatillas deportivas y sandalias biodegradables, pues están hechas de 70% de caucho y 30% de polvo de açaí.

Recientemente, recibió el espaldarazo de la gobernación de Pará para alcanzar la cifra de 10.000 "siringueros" en Marajó, en el marco de un programa de desarrollo en la región lanzado antes de la COP30 de la ONU, prevista en noviembre en Belém.

Damasceno admite que todavía quedan retos: "Hay jóvenes que no quieren seguir ese camino. Debemos concienciarlos de que es importante ese trabajo para preservar la selva y su futuro".

I.Mala--TPP