The Prague Post - Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo

EUR -
AED 4.180749
AFN 80.896183
ALL 99.181392
AMD 443.298696
ANG 2.051436
AOA 1038.073618
ARS 1314.58987
AUD 1.772764
AWG 2.04883
AZN 1.924224
BAM 1.961805
BBD 2.298836
BDT 138.332187
BGN 1.959398
BHD 0.428915
BIF 3386.074726
BMD 1.138239
BND 1.495952
BOB 7.883958
BRL 6.46258
BSD 1.138585
BTN 96.76347
BWP 15.607497
BYN 3.725939
BYR 22309.482028
BZD 2.28697
CAD 1.574833
CDF 3274.713467
CHF 0.939463
CLF 0.027787
CLP 1066.359365
CNY 8.295142
CNH 8.295138
COP 4802.263978
CRC 575.661965
CUC 1.138239
CUP 30.16333
CVE 110.602556
CZK 24.956226
DJF 202.746998
DKK 7.464651
DOP 67.095363
DZD 150.802978
EGP 57.869429
ERN 17.073583
ETB 152.399712
FJD 2.565365
FKP 0.854919
GBP 0.849917
GEL 3.118645
GGP 0.854919
GHS 16.508092
GIP 0.854919
GMD 81.953069
GNF 9861.095839
GTQ 8.768839
GYD 238.192774
HKD 8.828955
HNL 29.516343
HRK 7.531717
HTG 148.97598
HUF 404.428221
IDR 19118.884626
ILS 4.119854
IMP 0.854919
INR 96.940675
IQD 1491.46502
IRR 47919.856889
ISK 146.093158
JEP 0.854919
JMD 180.360456
JOD 0.807127
JPY 162.530278
KES 147.117341
KGS 99.538607
KHR 4557.85039
KMF 492.28793
KPW 1024.414991
KRW 1634.567906
KWD 0.348973
KYD 0.948888
KZT 583.892025
LAK 24625.941458
LBP 102011.592709
LKR 340.993701
LRD 227.70194
LSL 21.257364
LTL 3.360924
LVL 0.688509
LYD 6.229011
MAD 10.556619
MDL 19.503352
MGA 5063.431234
MKD 61.561711
MMK 2390.164176
MNT 4064.534838
MOP 9.096001
MRU 45.06253
MUR 51.505107
MVR 17.540203
MWK 1973.806672
MXN 22.281498
MYR 4.966148
MZN 72.847512
NAD 21.257364
NGN 1829.354693
NIO 41.898241
NOK 11.799912
NPR 154.821833
NZD 1.904891
OMR 0.438236
PAB 1.13856
PEN 4.178289
PGK 4.714388
PHP 64.186999
PKR 319.931835
PLN 4.266412
PYG 9116.904681
QAR 4.149966
RON 4.97786
RSD 117.569853
RUB 94.472202
RWF 1606.073479
SAR 4.2696
SBD 9.509203
SCR 16.2647
SDG 683.503975
SEK 10.943148
SGD 1.493068
SHP 0.894477
SLE 25.851115
SLL 23868.28169
SOS 650.67441
SRD 41.944503
STD 23559.2467
SVC 9.962405
SYP 14799.297566
SZL 21.250857
THB 37.998396
TJS 12.011453
TMT 3.995218
TND 3.395693
TOP 2.665867
TRY 43.732729
TTD 7.727516
TWD 36.945024
TZS 3064.139339
UAH 47.46426
UGX 4175.781075
USD 1.138239
UYU 47.9363
UZS 14752.022836
VES 94.828867
VND 29594.210854
VUV 137.251317
WST 3.146073
XAF 657.956397
XAG 0.034427
XAU 0.000342
XCD 3.076148
XDR 0.817063
XOF 657.965094
XPF 119.331742
YER 278.981194
ZAR 21.100359
ZMK 10245.513668
ZMW 31.793614
ZWL 366.512455
Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo
Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo / Foto: Jonathan Nackstrand - AFP/Archivos

Los misterios de los obeliscos, diminutos habitantes de nuestro organismo

Los llamados "obeliscos", diminutas moléculas, comparables a los virus pero mucho más simples, son uno de los grandes descubrimientos recientes y parecen omnipresentes en nuestro organismo, aunque de momento plantean más preguntas que certezas.

Tamaño del texto:

"Su función en nuestra salud no está establecida ni clara", comentó a la AFP Karim Majzoub, virólogo del Instituto de Genética Molecular de Montpellier.

Se trata de pequeñas hebras de ARN cerradas sobre sí mismas y cuya presencia en nuestro cuerpo se desconocía hasta hace unos meses.

Fueron descubiertos por investigadores de la universidad estadounidense de Stanford mediante el análisis profundo del ARN presente en centenares de muestras humanas.

Los obeliscos "colonizaron los microbiomas humano y planetario sin que se haya reparado en ellos hasta ahora", resume su estudio publicado en la revista Cell.

Este descubrimiento ha suscitado gran atención debido a la amplia presencia de los obeliscos y su carácter inédito, comparado con otras estructuras identificadas por virólogos y microbiólogos.

Los obeliscos, llamados así debido a su estructura en forma de bastón, pueden recordar a los virus que suelen estar formados por una secuencia de ARN que puede parasitar nuestras células, haciéndolas producir nuevas versiones de sí mismas.

Pero si los virus son estructuras extremadamente simples comparado con las bacterias, los obeliscos son aún más básicos: su secuencia de ARN es más corta y, a diferencia de los virus, circulan libremente sin estar contenidos en una cápsula hecha de proteínas.

Los obeliscos pueden también recordar a aquellas moléculas identificadas desde hace décadas pero desconocidas en gran medida porque su estudio se ha limitado sobre todo a las plantas: los viroides, que son cadenas de ARN sin envoltura.

- ¿Vestigios de tiempos inmemoriales? -

Pero los obeliscos también son diferentes, en este caso porque son un poco más complejos. A diferencia de los viroides, que solo pueden replicarse a sí mismos, parece que los obeliscos son capaces de controlar la producción de proteínas, al igual que los virus.

¿Que función tendrán las proteínas denominadas "oblinas"? No lo sabemos y ésta es una de las muchas preguntas que plantea el descubrimiento de los obeliscos.

Algunos investigadores consideran probable que tengan un papel, positivo o negativo, en nuestra salud, porque de lo contrario no estarían tan presentes en nosotros. Pero muchos mantienen la cautela.

"A veces tenemos la visión antropocéntrica de que las cosas están allí porque tienen una finalidad para nuestro organismo, pero no siempre es así", advierte Majzoub.

"Los obeliscos están allí porque la evolución se ha encargado de que hayan conseguido estar allí".

Sin embargo, el investigador recordó que ciertas estructuras similares han demostrado sus efectos, comenzando por su propio objeto de estudio: el virus de la hepatitis D, una cadena circular de ARN que sólo puede actuar como satélite en combinación con el virus más complejo de la hepatitis B.

Otra gran cuestión planteada por los obeliscos es si nos dan indicios sobre el origen de la vida en la Tierra.

Para algunos expertos, los obeliscos se suman a los viroides para respaldar la hipótesis del "mundo del ARN": la idea de que existieron formas de vida muy simples basadas en el ARN antes de la aparición del ADN.

El ADN constituye nuestro material genético y es a través del ARN, mucho menos estable, que nuestras células lo traducen en proteínas.

Un "mundo de ARN" sería más simple pero también estaría formado por organismos infinitamente menos complejos que la vida tal y como la conocemos hoy.

Según algunos científicos, los obeliscos y los viroides podrían ser "reliquias de la sopa del ARN original", señaló Majzoub.

Pero también en este caso hay que ser prudentes. La existencia de obeliscos podría ir en esa dirección, pero también es posible que sean producidos de manera aleatoria por las células y las bacterias, sin ser un resto de tiempos antiguos.

Sus descubridores mantiene la cautela. "Por el momento, no tenemos las herramientas que nos permitirían calcular hasta qué punto los obeliscos están relacionados entre sí, y por lo tanto, cuál es su 'edad'", señaló a AFP Ivan Zheludev, principal autor del estudio. "No me atrevería a especular".

P.Benes--TPP